Poesía dadaista I

Mi debilidad ha tomado forma material, al mismo tiempo que se derrite en presencia de su sensatez y en la ternura de sus gestos. 
Conservo así, puro, cada momento de atención mutua, donde la manera en la que aprendíamos, se convertía en el sistema educativo más eficiente, donde la atención surge fluida y nadie muere de inanición crítica.
Impávido ante el mundo, evidencia mi cobardía por el sufrimiento ajeno. Es un magnetismo inquebrantable que me obliga a obrar de cabeza, con conciencia.
De lo efímero la eficacia, que acelera la percepción de lo real destruyendo sutilmente lo innecesario, desnudando mi lado más recatado, descubriendo desde cada ángulo imaginario, lo más crudo y hermoso de mi ser.

Comentarios

Entradas populares